miércoles, 30 de enero de 2013

Una historia de amor...

Hace casi 10 años llegó Bobbi Brown a México y conquistó por completo mi corazón, ya la había visto muchas veces en internet, y en tiendas en EUA; pero de verdad, no miento, en el instante en que ví el hermoso Counter en Perisur casi muero.  En ese momento yo trabajaba y estudiaba la carrera, y literalmente mi sueldo se iba completo en pagar la mensualidad de la Universidad y todos los achaques que sufría mi coche, sí, un Topaz 1988 era el absoluto dueño de mis quincenas.

Mis ojos quedaron clavados, perdidos, en lo más hermoso: una paleta de cuatro sombras y 4 labiales. Lo que Bobbi Brown definía como "básicos", por supuesto estaba totalmente fuera de mi presupuesto y después de un ciento de suspiros seguí caminando por el centro comercial, pero mi novio (hoy mi esposo) ¡el la compró mientras yo estaba distraída!

Fue en ese momento que esa paleta se convirtió en el objeto de inspiración de lo que ha sido, no solo un cambio de carrera si no de vida.

No olvido ni por un momento que soy Ingeniero, que soy mamá, y esposa, pero mi lado artístico encontró su mayor felicidad en ser Maquillista, y en Bobbi Brown no solo las herramientas y material adecuados, si no la filosofía de la clase de Maquillaje que quería yo hacer "Maquillaje para el Alma".